Con este Blog abro un camino de confluencia entre mis escritos literarios y los pedagógicos. El escritor y el maestro juntan sus voces para lanzar un mensaje alto y claro: Sí, es posible el pasaje hacia un mundo mejor... ¿Seguro? ¡Segurísimo! Ahora bien, desde ya te digo que no basta con querer creerlo, hay que creer... Creer en la filosofía de vida relatada en Goig o en la mostrada por la Escuela de la Alegría es un punto de arranque... Quizás no será el ideal, quizás tampoco el mejor, pero es necesario dibujar unas líneas en el horizonte si de verdad queremos partir hacia algo. Si no has leído nunca mis escritos seguramente te perderás ante mi seguridad. Si así es te convido a leerlos. Puedes hacerlo aquí o, si me lo requieres, te los mando por mail. Pero si ya eres lector/tora habitual entenderás muy bien hacia donde quiero ir... Y si en verdad piensas como yo te invito a quedarte... ¿Te gustaría ser ciudadano de Goig? Ya te explicaré como... ¿Para qué? Quien sabe, pero, ¿no dicen que la unión hace la fuerza? ¿Probamos? Sea cual sea tu opción mil gracias por tu visita y ya sabes: vuelve cuando quieras.

En la Tierra de Nunca Quizás. La Nación de Goig. EL VIDEO PROMOCIONAL

lunes, 1 de noviembre de 2010

La cultura popular y el equilibrio armónico de una sociedad...

PASAJE HACIA UN MUNDO MEJOR

EN LA TIERRA DE NUNCA QUIZÁS. LA NACIÓN DE GOIG (24)

En la cultura popular se asienta la higiene colectiva de una sociedad y con ella el equilibrio armónico de una nación...



3.2.14. En la Biblioteca de Goig: De cómo debe cuidarse también la higiene mental individual y colectiva de cualquier sociedad...

Teresa y Raimon aprovecharon hasta el último momento su estancia en la Posada del Amor. Antes de marchar grabaron sus nombres y la fecha de su llegada a ese paraíso en una gran roca. Al hacerlo Teresa quedó impresionada: hacía muchos años que ese lugar se había inaugurado y se podía encontrar inscripciones de hacia más de medio siglo.
Llegaron ya cenados y muy tarde a casa. Raimon, normal, se iba a instalar con Teresa mientras durara su viaje. Estaban muy cansados, agotados, y aquella noche durmieron de un tirón.
Cuando Teresa despertó se encontró con una golosina en los labios, imagina, y el desayuno en la cama. Raimon se tumbó junto a ella y comenzaron con un café con leche bien calentito...

- Gracias, vida. ¿Hoy sí me llevarás a la Biblioteca?
- Claro, ya toca...
- Y si me pongo un poco melancólica no deberías trasladarme urgentemente a la Posada?
- ¡Qué lista eres! ¡Pues no!
- Bueno, tú te lo pierdes, ji, ji, ji...
- Mira que te como...

Raimon se abalanzó sobre Teresa y, bueno, me da hasta vergüenza volver a contarlo. Digamos que estuvieron jugando un rato... Luego, ya con el desayuno de nuevo, se retomó la conversación...

- ¿Por qué es tan importante esa visita a la Biblioteca de Goig? –preguntó Teresa.

Raimon resto un instante pensativo antes de responder:

- Porqué allí no solo se encuentra la memoria de Goig, se hallan también su esencia y su conciencia.
- Uy, poca cosa, ¿no?
- Comienzo a contarte, pues la previa debe ser hoy larga. ¿Me escuchas, cariño?
- Atentamente – respondió Teresa mientras untaba una tostada con mermelada.
- René Descartes, ya en el siglo XVII nos habló de un cogito, lugar de la razón, opuesto al universo de la sinrazón. Goethe, en el siglo XVIII, en su poema A la luna utilizaba un término alemán por primera vez, unberwusst, como un depósito de imágenes mentales, una fuente de pasiones fuera del control de la consciencia. Schopenhauer, ya en el siglo XIX, resaltaba un lado nocturno del alma humana, un rostro tenebroso de la psique enterrado en las profundidades del ser. Claro que el primero que trató de estudiar a fondo el inconsciente fue Freud, también en el siglo XIX. Resumiendo mucho para él el inconsciente es todo un sistema psíquico con contenidos y mecanismos propios, regido por leyes y con una estructura energética privada y particular.
- El Psicoanálisis.
- Sí... ¿Por qué fue para Darwin tan difícil que su Teoría de la Evolución de las especies fuera aceptada? Con ella demostraba ni más ni menos que la conciencia puede emerger de los niveles inconscientes de la vida en respuesta a las circunstancias materiales y no a través de la mediación de un Dios. El Poder del Inconsciente, ¿verdad? Luego, ya en el S.XX Jung se atrevió a separar lo que sería el inconsciente personal del colectivo, situando en el segundo el nido de los arquetipos. Por aquellos tiempos Watson estudiaba los estímulos del entorno o las condiciones que mueven la conducta de los organismos o seres. Para ello tenía en cuenta, claro, las teorías de Pavlov y su reflejo condicionado. Y claro, nació la Psicología Conductista: Nuestra conducta es siempre operante y viene altamente marcada como consecuencia de lo vivido anteriormente y, por supuesto, por el contexto donde se desarrolla.
- El ratoncito y su queso...
- Veo que estás enterada. Me interesa que te fijes también en las bases de lo que, a principios del siglo XX, se llamó Psicología de la Gestalt. Su lema fue “el todo es más que la suma de sus partes” y basaban el funcionamiento de la mente en la configuración de los elementos que llegan a ella por la percepción, a través de los sentidos, o a través del pensamiento o la inteligencia, con el uso de la memoria. Así, la suma de las “entradas”, puede acercarnos pero nunca llevarnos totalmente a comprender el funcionamiento mental.
- La verdad me suena el nombre pero si me llegas a preguntar no hubiera sabido... Y ahora está de moda la Psicología Cognitiva, ¿verdad?
- Sí, y merece ser citada, claro, pero tampoco con ella vamos a alejarnos de aquello que intento argumentarte: lo que nos permite a las personas elaborar planes o perseguir metas concretas es el conocimiento previo relativo a aquello que nos mueve. La experiencia nos confiere unas expectativas de las consecuencias de nuestros actos y no podemos separar nuestra conducta de esa realidad. La cognición es un trampolín hacia la acción... Que frase, ¿verdad? ¿Te aburres, vida?
- No, ni mucho menos. Aunque ahora no sé si vas a llevarme a la Biblioteca o a un Psicólogo. ¿Tan mal estoy?
- Tonta, ya acabo y entenderás... Y para hacerlo te plantearé unas pocas consideraciones muy actuales e importantes: con los avances de la ciencia cada vez más son los neurocientíficos los que van marcando las pautas en el estudio de la conducta humana. Kandel, neurocientífico y Premio Nobel de Medicina, dispuso que la psicología que se adecuaba a la ciencia era la psicología cognitiva, y con ello estableció el término Neurociencia Cognitiva. Los expertos en esta ciencia han visto como la investigación clínica les llevaba a reconsiderar el inconsciente. Para entender sus planteos procuraremos ver el tema desde tres ángulos...
- ¿Debo ponerme boca abajo o hago la vertical?
- Oye, ¡contigo es imposible hablar en serio!
- Pero si te estoy siguiendo, bobo, pero ya sabes...
- Lo sé, y me encanta... Bueno, al grano: Primera visión: Los expertos en informática establecieron que la conciencia es un proceso que maneja una cantidad muy limitada de información, de 1 a 16 bits por segundo, según el Premio Nobel Gerald Edelman. En cambio, para ellos resulta claro que la mayoría de procesos mentales se dan en niveles ajenos a la conciencia y suponen el uso y disfrute de una cantidad incalculable de bits por segundo.
- Vaya, que no somos totalmente dueños de nosotros mismos, ¿vas por ahí?
- Sí y no. Déjame seguir. En segundo lugar deberíamos observar la importancia del inconsciente y la forma en que llega al consciente. Lo que ocurre en el inconsciente pasa al consciente en forma de pensamientos, sensaciones, emociones, actos motores y de palabra. Entendiendo eso podríamos decir que el inconsciente viene a ser el alma motora del consciente. Y en tercer lugar sería necesario valorarlo desde un punto de vista clínico. Hoy por hoy la teoría de Edelman del núcleo dinámico parece ser la que obtiene más consenso. Uf, procuraré explicártelo de forma sencilla: suponte una estructura, un eje rodeado de neuronas especializadas y que liga alguna regiones de la corteza cerebral con estructuras profundas. En este eje se producen continuamente diferentes conexiones funcionales de distintos grupos neuronales... Es complicado, ¿verdad? De alguna manera volvemos a lo mismo: un consciente sirviéndose sin parar del inconsciente para funcionar.
- Y pensamos que tenemos un total dominio de nuestro consciente cuando en verdad viene casi absolutamente condicionado por el inconsciente.
- Por ahí voy. De un inconsciente que nos es muy propio pero a la vez muy extraño. ¿Tú crees que en algún momento de nuestra vida podemos seleccionar totalmente aquello que se graba en el inconsciente?
- Parece complicado, pero... ¿Hay un pero?
- Sí, lo hay, aunque relativo, lo hay. ¿Te acuerdas del concepto que te expuse antes, del “trampolín de la acción”?
- Sí, resulta muy ilustrativo.
- Pues imagina que estás arriba de ese trampolín y vas a saltar a una piscina donde se baña algo importante en tu vida: el amor, la amistad, la maternidad, ... Pero resulta que tu experiencia anterior en esa agua fue negativa. Y no sólo tu experiencia, los mensajes muy diversos que queriendo o sin querer se grabaron en tu inconsciente. ¿Realmente darás el salto? ¿Te mojarás? ¿Nadarás?
- Uy, me haces temblar... ¿De ahí mi vértigo, mi mareo del otro día? ¿Por eso decidiste llevarme a la Posada?
- Evidente, la única forma de vencer ese pánico inconsciente era hacerte ver que esa piscina podía rellenarse... Debíamos regrabar tu experiencia para que entendieras que el amor es algo real, que existe y que tu podías ser un perfecto emisor y receptor.
- Y al descubrirlo, al sentirlo, vida, me surgió de muy adentro un llanto precioso, ¿recuerdas?
- El llanto de la alegría. Aquí lo comparamos con el llanto de un bebé recién nacido cuando recibe el primer soplo de aire, de vida, en este mundo.
- Qué hermosa comparación. Y es verdad, renací contigo en el amor... ¡Te amo tanto!
- Y yo a ti, cariño. Ahora fíjate, te voy a poner un ejemplo clarísimo de algo que está sucediendo en Nunca Jamás. Fijémonos en una mujer maltratada por su marido, dominada, golpeada, incluso violada... Fijémonos también en ese monstruo, tú sabes que la mayoría de ellos vivieron en la infancia algo parecido a lo que producen. Grabaron un esquema de conducta y lo reproducen. Oye, te lo digo como argumento, nunca como excusa.
- Pero es cierto, y algo parecido ocurre con los pederastas, ¿verdad?
- Verdad, y esa es una de las peores aberraciones que se pueden dar en la especie humana. Pero volvamos a esa mujer, una mujer aterrorizada no sólo por lo que sufre, también por las amenazas de su agresor que procura asegurar su poder. Y también, nunca entenderé como no se dan cuenta... Sabes lo que voy a decir, ¿verdad?
- Me parece que sí. Esa mujer lee la prensa, ve y escucha las noticias: asesinatos, desfiguración de rostros con ácido, más asesinatos, ... Quemada viva, apuñalada, ... Uf, ¿cómo va a intentar salir de su infierno?
- Claro, todo le empuja para atrás: si mueves un dedo, ¡VAS A MORIR!
- Aquellos que pretendemos erradicar el mal acabamos echando sal en la herida. Y esos mensajes también llegan al hombre...
- Seguro: “Si una mujer te abandona, ya sabes...” Pues, ¿tu viste, leíste o escuchaste nunca una noticia del tipo: “Mujer maltratada abandona a su marido y él acude voluntariamente al Psiquiatra para iniciar su curación”?
- Más bien no... Qué estúpida llega a ser la humanidad a veces...
- Y lo es en muchos más campos de los que puede parecer en principio. Por poner otro ejemplo: les proporcionamos a los jóvenes juegos virtuales donde experimentar con extrema violencia y riesgo, les ofrecemos héroes cinematográficos agresivos y transgresores de cualquier norma, ... Y luego les decimos: “A portarse bien”. ¿Cómo crecerá una niña a la cual se le ha estado vendiendo desde pequeña que si quiere tener su príncipe azul debe estar delgadita e intentar parecerse a una muñeca o a una modelo estereotipada? ¿Cómo puede reaccionar un adolescente al cual le están bombardeando por todos lados con que su “virilidad” dependerá del grosor y la largura de su pene? ¿Cómo? ¿Cómo? Me pasaría el día entero hablándote de casos donde se contamina sistemáticamente el inconsciente individual y colectivo.
- ¿El colectivo? Suena muy fuerte, ¿no?
- La memoria popular, su conciencia o, quizás mejor dicho, su inconsciente. Inscribe con fuerza allí un mensaje y lo llevarás a la guerra, al terrorismo suicida, si hace falta, a la rendición pasiva, a la aceptación de las injusticias más extremas, a... La historia está llena de ejemplos...
- Y al final, ¿qué somos? ¿Marionetas?
- Tampoco podemos generalizar ni poner los modelos extremos como usuales, pero... Resulta un poco duro pero es un símil que se podría aplicar para explicar muchos pasajes de la humanidad. Ortega y Gasset dijo: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Yo creo que si pudiera volver a expresarse diría: “Yo soy mis circunstancias y yo”. Aunque ese pronombre debería diversificarse pues “mis” circunstancias suena a algo establecido por uno mismo y, la verdad... Cogito ergo sum, “Pienso, luego existo”, palabras de Descartes. Pero, realmente, si lo aplicamos a la actualidad, ¿reside en ese existir siempre una propiedad individual o colectiva? ¿resulta ese pensar algo desarrollado y asumido por uno mismo o más bien demasiadas veces es algo impuesto? Y, sea como sea, ¿de qué me sirve existir si lo que realmente yo deseo es vivir?
- Pero, no parece de entrada tan fácil... Manipular la conciencia de un pueblo.
- Es que no es así. Lo que debes valorar es si se puede manipular aquello que mueve la conciencia, o sea el inconsciente. Dale a un pueblo una hermosa vida después de la muerte y rezará, dale odio y se armará para la guerra, dale miedo y lo mantendrás inmóvil, dale deseo y saldrá a comprar, dale, dale y dale...
- Y dale una educación programada y mantendrás las estructuras sociales y políticas, ¿no?
- Claro. Fíjate, Walter Scott escribió: “Todos los hombres que han demostrado valer algo han sido los principales artífices de su educación”. ¿Por qué esta cita? Es más que evidente que, ¿recuerdas el libro de Juan Salvador Gaviota?
- Claro. Marcó mi adolescencia. De Richard Bach.
- Pues lo voy a usar... ¿Por qué esta cita? Pues resulta evidente con lo dicho que para que una gaviota pueda volar libremente debe poder separarse de la manada.
- Pues si no la manada no dejará de conducirte...
- Así es. Y, ¿Por qué cito a Walter Scott? Él fue unos de los grandes exponentes del Romanticismo del siglo XVIII en Inglaterra. Ese movimiento comenzó a adquirir fuerza en Cataluña durante la década de 1830. Clara Espelta, la fundadora de Goig, fue una apasionada seguidora. Debes entender que el Romanticismo era algo más que una corriente literaria, era una nueva forma de entender al hombre, la vida, el mundo, ... Con el movimiento romántico se intenta promover el nacimiento de un nuevo hombre, capaz de plantearse su existencia y la del mundo desde una nueva visión más emocional y subjetiva, o sea propia. Cuando durante la segunda mitad del siglo XIX el Romanticismo empezó a decaer en España Clara empezó a prepararse. Planteó su proyecto en los círculos románticos y juntó una comunidad de seguidores realmente amplia. Y compraron el valle de Goig, la tierra de Nunca Jamás, y se instalaron aquí.
- ¡Qué romántico! ¿Estaba casada, Clara? ¿Tuvo hijos?
- Con un empresario catalán del ramo textil, Miquel Albesa. Él lo dejó todo por seguirla. Y sí, tuvieron tres hijos, dos niños y una niña.
- Y, ¿qué pasó?
- Los primeros goigenses se instalaron aquí durante la primavera del año 1858. Y aquí siguen... ¿sabías que hay grandes genios que triunfaron en Nunca Jamás en muchos y diversos campos que nacieron o vivieron un tiempo aquí en Goig?
- No me extraña nada. Mentes libres y abiertas...
- Bien, continuo con mis argumentos. ¿Recuerdas lo que hablamos antes de la visita a la escuela?
- ¿El cuento del niño llamado Universo?
- Sí. Clara tuvo muy claro desde un principio que cada persona lleva dentro un universo único e irrepetible. Ya no solo en la niñez, toda la vida, somos y debemos ser libres de seguir aquellos caminos que por nuestra forma de ser nos convengan mejor. Formamos parte del mundo, de la naturaleza y del entorno social, pero nuestra funcionalidad debe ir encaminada más a poder ofrecer que a absorber. Y cuidado, que he dicho “más”, con lo cual no excluyo esa absorción de aquello que el exterior nos puede ofrecer. Y vuelvo atrás otra vez: dije “ofrecer”, nunca embutir.
- ¿Y como sabes que lo ofrecido no será tomado como referencia obligada?
- Porqué lo ofrecido debe ser amplio y diverso, debe ser un campo donde sembrar y un almacén lleno de semillas y herramientas para el cultivo. ¿Me sigues?
- Claro, un almacén sin “grandes ofertas” de artículos a vender, donde cada cual elija según el campo que quiera sembrar.
- Y desde luego donde procuraremos no haya estantes con plantas venenosas, con parásitos y otros elementos que puedan entorpecer o dañar el cultivo.
- Pero estas plantas y bichos pueden aparecer de forma silvestre.
- Inevitable, pero no podemos decir: anda pues, como existe el mildiu de la patata, uno de los peores parásitos, a todo el que se lleve un saco de semillas le regalamos los huevos...
- Ji, ji, ji... Es tan claro que resulta cómico.
- Es que... Mire, señora, con cada ambientador le regalamos un saquito con caquitas de gato... Y si se lleva este champú acondicionador puede llevarse unas pinzas para arrancarse el pelo...
- ¡Cómo eres!
- Suena mal, ¿verdad?
- ¡Hombre!
- Clara Espelta tenía muy claro que para que una sociedad pueda construirse en armonía hay que dar libertad a sus integrantes para que cocinen “su vida” en los diferentes “platos” que diseñarán el “menú” de “su existencia”. pero abogó desde un principio en que había que procurar que tanto la nevera como la alacena colectiva ofreciera a la vez amplia diversidad y calidad contrastada. Si te fijas la comparación da pie para una pregunta: ¿En la nevera de tu casa guardas alimentos caducados?
- No, claro.
- ¿Guardas quizás setas venenosas?
- ¿Cómo iba a hacerlo? Nadie en su sano juicio...
- Evidente, tú lo has dicho: “nadie”. Aunque lo hagamos mejor o peor todos intentamos alimentarnos de forma sana. ¿Te puedo hacer otra pregunta?
- A ver...
- ¿Las cañerías de tu casa desembocan el las cloacas o viene de ellas?
- ¿Me tomas el pelo?
- No, simplemente quería saberlo por si algún día me voy a duchar a tu casa...
- Eres un... Eres un maleducado impertinente i...
- ¡Eh! Que hablo en broma...
- Lo sé... Pero...
- Pero, ¿”pilla, pilla, la cosquilla”?
- No por favor, no...
- Vale, más tarde... Me parece que hace mucho que sabes a donde voy...
- Sigues unos caminos tan lógicos que es difícil no adivinar a donde llevan.
- Porqué al fin todo resulta muy sencillo. ¿Sabes realmente por qué te hice toda esa introducción teórica?
- No.
- Más por ti que no por mí. En verdad me hubieran bastado diez o doce frases para explicarte lo que hoy vas a encontrar en la Biblioteca. ¿Te has dado cuenta de que en general los seres humanos intentamos seguir una lógica en el como cuidamos nuestro cuerpo? Podríamos decir incluso que institucionalmente se crean formas de control sobre esos temas...
- Es que si no...
- Pero, ¿y qué pasa con la higiene mental?
- Vida, ya sé a donde vas, pero es imposible...
- Para mí es imposible correr 100 metros en 10 segundos, ¿luego no arranco? ¿no es mejor tomas ese tiempo y ver a donde alcanzo? Si son 40, o 50, o 60 metros los que consigo correr, ¿no estaré más cerca de la meta? ¿Sabes? Esa es una de las grandes equivocaciones de Nunca Jamás: ante la Utopía inalcanzable no damos un sólo paso... No entendemos que a los grandes sueños se llega yendo en pos de lo imposible.
- Tienes razón: sólo mientras andas un camino consigues construirlo...
- Un camino, otro,... El camino de la vida... ¿No crees que contando con un paisaje lo más armónico posible va a ser más fácil andar y, con ello, llegar?
- Y, ¿qué se supone que configura ese paisaje?
- Todo aquello que ves, escuchas, hueles, tocas, ..., lo que sientes, lo que aprendes, lo que...
- El almacén, pues, la alacena que comentábamos...
- Claro.
- ¿Y realmente es posible administrar los stocks?
- Nunca totalmente, pero sí parcialmente.
- Estamos llegando a la conclusión, ¿verdad?
- ¡Qué lista eres! Ahí vamos... Clara Espelta comprendió desde un principio esa necesidad de procurar cuidar al máximo el paisaje, el entorno, las fuentes de alimentación. Para ello le dio una importancia fundamental a la educación, como ya sabes, y configuró un rol para las bibliotecas que va mucho más allá del usual.
- Y programó estantes con muy hermosos regalos, como son el ofrecer viandas al caminante, ya ves que me acuerdo del primer día, como las Posadas del Amor, como...
- Como tantas y tantas cosas. Si pudieras quedarte a vivir aquí te asombrarías de cuantos recursos y costumbres bellísimos se han ido integrando en nuestras vidas.
- La ley interior de la abundancia institucionalizada a un nivel social.
- Más o menos... Pero volvamos a las bibliotecas, ¿sí? Clara centralizó desde los inicios allí una hermosa tarea: no cejar en la lucha por algo que debería ser una de las grandes utopías de la humanidad: la higiene “paisajística”.
- ¿Pretende ser así como un gran filtro?
- Sí y no. Lo sería si con ello se seleccionara de entre lo ya existente aquello que puede ser nutritivo para la gran alacena. Y sí, se hace pero únicamente en lo que se considera más radical, aquello que entendemos puede ser muy venenoso para el inconsciente colectivo o individual. Cuando entres en la Biblioteca te vas a asombrar: es inmensa. En ella tenemos miles y miles de libros, cds de audio, dvds... Realmente si intentas indagar eso que no está tardarías días en adivinar que es, pues en aquello que normalmente irías a buscar no falta nada.
- ¿Por ejemplo?
- Tú podrías leer sobre la existencia de Adolf Hitler en los libros de historia, pero no encontrarás ni uno solo de los textos o discursos que escribió o pronunció... Tampoco hallarás películas que exalten abiertamente el racismo, la violencia, ...
- Entonces aplicáis una, aunque limitada, censura. En Nunca Jamás los grupos pro libertad de expresión se os comerían.
- Es que allí nunca aprendieron a diferenciar la libertad del libertinaje. Tú dale libertad de pasto a un toro bravo y a los dos días lo tendrás embistiendo a la gente en la calle principal de tu pueblo. Y no veas, ahora con Internet no es que hayan abierto un prado, inauguraron el San Fermín de la información. ¿Donde demonios se ha visto que se pueda sacar un producto al mercado esperando a ver los efectos que produce para que lo aprueben o no? En Internet tú cuelgas un video en el cual se exalte la tortura a los animales y hasta que alguien no lo denuncie no lo bloquearán... Y para entonces pueden haberlo visto cientos de miles de personas.
- Realmente es increíble... Inaceptable.
- Veo que me comprendes. Una sociedad que no aplica el más mínimo filtro a la información está desprotegiendo la higiene mental de sus miembros.
- De acuerdo. Y entonces, las bibliotecas vendría a ser, aparte de los centros de almacenaje del saber, unos centros sanitarios donde se protege eso, la higiene mental.
- Uf, no vayamos tan lejos... En ese campo es un recurso más, junto a la familia, la escuela, los amigos, ... Aquí, ya sabes, se cuida mucho de que nadie se sienta solo. Realmente la función más importante de las bibliotecas es la promoción, que no el control.
- ¿La promoción?
- De ideas, recursos individuales y sociales, ... Ya hablamos de ello, ¿verdad? Las Posadas... Pero hay más: a Clara le apasionaban tanto el arte pictórico como la literatura y siempre creyó que si por separado podían entusiasmar la sensibilidad de la gente juntos podían filtrarse en ella. En verdad todo empezó como una necesidad de comunicar suya: su alma de artista y su generosa mente precisaban crear más allá de aquello, organizar una nueva nación, que sin proponérselo estaba haciendo. Ella era una ferviente admiradora del Renacimiento en la pintura italiana del siglo XVI, con Leonardo da Vinci y Miguel Ángel y Rafael cómo geniales maestros, y ya sabemos que lo era también del Romanticismo literario. En la década de 1870 Clara comenzó una colección que no abandonó hasta su muerte, en 1913. Esa colección la encontrarás en la Biblioteca con el nombre que ella decidió ponerle: “Cuentos desde el amanecer”. Fíjate que, aunque muchos de ellos pueden ser leídos y comprendidos por un niño, Clara escribió e ilustró esas narraciones pensando en el mundo adulto. Todos ellos llevan un sello característico: están ambientados en el Renacimiento.
- ¿Hay muchos?
- Nada menos que cincuenta y uno.
- Uf, me será imposible leerlos todos hoy. ¡Qué pena!
- No te preocupes, ya sabrás escoger. Pero, espera, que aun me queda algo por contarte: el hijo mayor de Clara, Jordi Albesa, a finales del siglo XIX, inició otra colección que aun hoy sigue completándose. Él heredó de su madre su capacidad artística plástica y era un apasionado seguidor del Impresionismo pictórico que justo entonces, aún con el Romanticismo literario dejando huellas, se estaba desplegando. Así, decidió comenzar a ilustrar textos ya escritos, poemas, narraciones, fragmentos, dando siempre un formato cerrado, fuera más o menos largo, a cada obra. Nació entonces la Colección “Impresiones”, colección que cuenta hoy con centenares de ejemplares y que también podrás descubrir en la biblioteca.
- Uy, ¿y sólo me vais a dar un día para estar en la biblioteca?
- No, querida, te daremos dos días. Mañana por la noche dormiremos ya en el Paso de Nunca Quizás, pues pasado mañana parte el tren con el cual marcharemos.
- ¿Tú también?
- Sí, vuelvo con mis hijos y esta vez ya para quedarme. ¿Qué, partimos para la visita?
- Claro.
- Antes te comentaré una última cosa: cuando hojees los libros de las dos colecciones que te he presentado date cuenta de algo muy característico: todos llevan implícitos uno o varios mensajes, mensajes que nunca quieren convencer de nada, simplemente pretenden invitar a la reflexión.
- Así, las dos colecciones forman parte de la gran Alacena de alimentos para el alma de Goig...
- No podrías haber escogido una forma más hermosa para describirlas.

Teresa y Raimon se vistieron y marcharon para la Biblioteca de Goig. Allí, en la entrada, se despidieron. Teresa podría comer allí mismo y Raimon la iría a recoger al atardecer.
Dos días bastaron a la mujer para llevarse una idea muy clara de todo aquello que Raimon le había explicado. Sirvieron también para corroborar algo que, estando donde estaba, era muy lógico: la gente de Goig tenía un carácter muy abierto y era extremadamente amable. En la biblioteca Teresa no sólo pudo leer, pudo además conocer a diferentes personas, hombres y mujeres de diferentes edades, y mantener con ellas conversaciones realmente constructivas.

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